La vía corta Guadalajara-Puerto Vallarta se ha consolidado como la autopista más cara del país, con un costo promedio de 7.5 pesos por kilómetro recorrido. Este precio supera ampliamente a otras vías como la Autopista del Sol, que conecta Ciudad de México con Acapulco, cuyo costo es de 2.4 pesos por kilómetro.
El tramo completo de 173 kilómetros, inaugurado el pasado 28 de diciembre por Claudia Sheinbaum, requirió 13 años de construcción, a pesar de que el proyecto arrancó en 2011 con la promesa de completarse en dos años. Retrasos por problemas de derechos de vía y permisos prolongaron la obra, lo que contribuyó a su alto costo. El peaje total asciende a 1,300 pesos por seis casetas, mientras que un viaje redondo puede costar hasta 2,600 pesos, sin incluir gasolina.
Aunque el titular de la SICT asegura que la nueva vía reduce el tiempo de viaje de Guadalajara a Vallarta a dos horas y media, usuarios reportan que el recorrido real es de al menos tres horas y media. La seguridad y rapidez de esta autopista representan una ventaja, pero su elevado precio genera descontento entre los automovilistas, quienes consideran que viajar seguro no debería ser un lujo, sino un derecho accesible para todos.